Apetito emocional: cuando nos comemos nuestras emocionesEl apetito emocional puede ser poderoso y es fácil confundirlo con el apetito físico. En muchas ocasiones lo utilizamos como estrategia para esconder algo que nos ocurre. Te invitamos a identificar algunas claves que puedes buscar para ayudarte a diferenciarlos.
Cómo detener el apetito emocional: identifica qué lo gatilla ¿Qué situaciones, lugares o sentimientos te hacen buscar comida? El comer por emociones muchas veces está ligado a sentimientos de tristeza o sensaciones desagradables, pero también puede estar provocado por emociones positivas, tales como, gratificarte por alcanzar una meta. Te enseñamos algunas causas comunes para comer por emociones:
Encuentra otras formas de alimentar tus sentimientos Si logras manejar tus emociones de forma que no involucren la comida, serás capaz de controlar tus hábitos alimenticios por mucho tiempo. Las dietas por lo general fallan porque ellas ofrecen consejos nutricionales lógicos, como si lo único que te alejara de comer bien fuera el conocimiento. Pero ese tipo de consejo sólo sirve si tienes un manejo consciente en tus hábitos de comida, por lo que no sirve cuando las emociones fuerzan el proceso, pidiendo una inmediata recompensa de comida. Para detener el comer emocional, debes encontrar otras formas de satisfacerte emocionalmente. No basta con entender el ciclo del comer emocional o aún entender lo que te lo gatilla, aunque eso es un gran primer paso. Necesitas alternativas a la comida que puedan servirte para un logro emocional: como por ejemplo, aprender a hablar con una persona cercana acerca de cosas que te están ocurriendo (problemas, preocupaciones), realizar deporte, escribir acerca de lo que te ocurre en el día, entre otros. Si no sabes por dónde empezar, puedes solicitar una consejería de ansiedad gratuita con una psicóloga experta en el tema en ansiedad@uc.cl. Fuentes: Smith, Segal & Segal (2016). Help Guide. http://www.helpguide.org/articles/diet-weight-loss/emotional-eating.htm
|