Cuando llegamos a los 50 años

En nuestro país, tanto hombre como mujeres han aumentado su expectativa de vida. Sin embargo, ¿sabía que el hecho de vivir por más años no significa necesariamente haber tenido un mejor estado de salud? Si ya llegó a los 50 años, ¡es un buen momento para planificar estrategias para una buena salud a futuro?

¿Qué esperar de su salud en los próximos años?

Puede que el desgaste por el tiempo haya comenzado a manifestarse en forma de dolor en alguna parte del cuerpo, o a través de alguna enfermedad crónica, como diabetes mellitus 2 o hipertensión arterial. Es un hecho que muchas de las enfermedades más comunes en esta etapa se atribuyen a los hábitos, como lo que come, con qué frecuencia realiza actividad física y si fuma. Por lo tanto, si su estilo de vida es saludable, podrá reducir las probabilidades de sufrir muchas enfermedades, y si ya las padece, podrá controlarlas de mejor forma y llevar una mejor calidad de vida.

Además, si es mujer, es probable que el síndrome premenstrual y las molestias menstruales dejen de ser un problema, siendo reemplazados por el climaterio (periodo caracterizado por deficiencia de las hormonas sexuales y sus síntomas) y la menopausia (cese permanente de la menstruación luego de 12 meses consecutivos sin causas patológicas), que podrán verse reflejados en cambios de ánimo, bochornos, sequedad vaginal, entre otras sensaciones y molestias. 

Todas las decisiones que tome pueden tener un impacto real en su salud. Entonces, ¿sabe cómo hacer una buena inversión para el futuro? 

Cómo invertir en su salud:

  1. Evite la exposición pasiva al humo de tabaco. La exposición al humo de tabaco es sumamente riesgosa para la salud, incluso si no es usted el que fuma.  Evitar esta exposición al humo reducirá su riesgo de cáncer de pulmón, enfermedades coronarias y accidentes cerebrovasculares. 
  2. Si usted fuma, déjelo. Existen más estrategias de las que usted piensa para abandonar este hábito. Es difícil pero se puede, y si usted ya lo ha intentado pero ha recaído, tiene trabajo adelantado. Escríbanos a libredehumo@uc.cl y le ofreceremos un programa de apoyo en cesación de tabaco. 
  3. Siga moviéndose. La actividad física mejora nuestra sensación de bienestar, la movilidad y disminuye el estrés. Por el contrario, el no realizarla es un factor de riesgo para casi todas las enfermedades que pueden generar discapacidad o llevar a la muerte. Busque actividades que protejan las articulaciones, como ejemplo, natación, caminatas o bicicleta estática.
  4. Elija bien lo que come. Una alimentación rica en frutas, verduras, cereales, legumbres, frutos secos, carnes blancas y aceite de oliva, contribuye a mantener un peso adecuado y el corazón sano, además de disminuir el riesgo de cáncer y de accidente cerebrovascular. 
  5. Cuide su peso. Mantener un peso ideal a su estatura y edad mejora el nivel de energía y el estado de ánimo. Por otro lado, el exceso de peso aumenta el riesgo sufrir diabetes mellitus 2, cáncer de mama, enfermedades coronarias, accidente cerebrovascular y dolencias a las articulaciones. 
  6. Mantenga su colesterol bajo control. Tener un nivel de colesterol total por debajo de 200mg/dl puede ayudar a disminuir el riesgo de tener una enfermedad cardíaca. 
  7. Valore el buen dormir. Para que nuestro cuerpo y nuestra mente funcionen de manera óptima, debemos dormir entre 7 y 9 horas de noche.
  8. Aprenda a manejar el estrés. En una situación de estrés, el cerebro desencadena una cascada de químicos y hormonas que alteran el ritmo normal del organismo, impactando el trabajo del corazón, la respiración y la presión arterial, lo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, además de afectar al sistema inmune.
  9. No deje de lado las actividades y la vida social. Ejercer alguna actividad como participar de talleres, cursos, grupos y viajar, entre otros, junto con una   actividad laboral que no genere estrés, contribuyen a su bienestar físico y psicológico.
  10. Sea su mejor defensor. Realícese un chequeo de salud con su médico de forma anual.  Si es menor de 65 años y no tiene hipertensión arterial, diabetes mellitus 2 ni dislipidemia (colesterol alto), puede acceder al Examen de Medicina Preventiva, que es garantía GES y que puede realizarse anualmente en un Centro de Salud según su sistema previsional. Ese chequeo incluye: toma de presión arterial, glicemia, colesterol, diagnóstico nutricional, electrocardiograma, antígeno prostático específico, RPR. Otros exámenes pueden ser solicitados por su médico si él lo estima necesario. 

Fuente: 

Harvard Health Publications. (2013). A guide to Women’s Health Fifty and Forward.

Ministerio de Salud de Chile. (2014). Programa Nacional del Adulto Mayor.

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