Durante el invierno, ¡no olvides hidratarte!

¿Sabías que en climas fríos, las pérdidas de líquidos corporales pueden ser tan altas como en las estaciones calurosas? Esto ocurre debido a que en los días fríos gastamos gran cantidad de energía, usamos ropa más pesada y orinamos más seguido. Las pérdidas de agua dependen en gran medida de cuánto líquido ingerimos, de cómo nos alimentamos, de cuánta actividad física realizamos, de la temperatura del ambiente y de la cantidad de ropa que usamos. 

Pero, ¿cuánta agua perdemos diariamente?

Habitualmente perdemos agua a través de la respiración, orina, heces y la sudoración. Las personas que no realizan actividad física regularmente pierden alrededor de 250 a 350 ml de agua por día a través de la respiración, lo que podría aumentar a 500 o 600 ml en quienes realizan ejercicio regularmente. 

Además del nivel de actividad física, la cantidad perdida está influenciada por las condiciones ambientales, como la temperatura del aire, la humedad y la velocidad del viento. Los deportes de invierno, como el esquí, snowboard y patinaje sobre hielo, pueden aumentar en gran medida la pérdida de agua, como también trabajar o jugar al aire libre en climas muy fríos. 

  • Respirar aire frío y seco puede aumentar la pérdida de agua a través de la respiración en aproximadamente 5 ml por hora, lo cual puede ser significativo si se está expuesto a estas condiciones durante 24 horas al día.
  • El ejercicio físico estresante en climas fríos puede aumentar esta pérdida a entre 15 y 45 ml por cada hora, aproximadamente, debido a la mayor frecuencia y profundidad de la respiración.

Las pérdidas de agua a través de la orina, ¿también se ven influidas por el frío?

A medida que el cuerpo se enfría, la pérdida de agua es mayor debido a un aumento en la frecuencia urinaria, respuesta fisiológica conocida como diuresis inducida por el frío.

Consejos prácticos para mantenerte hidratado durante el invierno

  • Bebe al menos 2 litros de líquido al día, idealmente agua, especialmente al hacer ejercicio o trabajar al aire libre.
  • Bebe líquido con regularidad, incluso cuando no tengas sed, ya que esta sensación se reduce en climas fríos y puede producir deshidratación.
  • Las comidas también proporcionan agua. Se calcula que del total de agua necesaria, entre un 20 a un 30% proviene de los alimentos. Sin embargo, esto puede variar considerablemente en función de los alimentos que ingieras.
  • Evita cantidades excesivas de ropa pesada, ya que puede causar sudoración importante y una mayor pérdida de agua y sales minerales.
  • Aunque el color de la orina es generalmente un índice útil del estado de hidratación, no es tan confiable cuando hace frío, ya que el estrés por frío puede aumentar la tasa de producción de orina diluida.
  • Tu piel también debe ser cuidada, ya que el aire frío y seco y la calefacción contribuyen a la eliminación de agua a través de ella, produciendo sequedad en mucosas y piel.

Fuente: European Hydration Institute, 2015.

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